Gary Hamel, en El Futuro del Management (PAIDÓS, 2008), plantea que las capacidades humanas que más contribuyen al éxito competitivo de una empresa se pueden clasificar en una jerarquía:
PASIÓN: 35%
CREATIVIDAD: 25%
INICIATIVA: 20%
INTELECTO: 15%
DILIGENCIA: 5%
OBEDIENCIA: 0%
La obediencia, seguir las normas marcadas por otros, estaría en la base de la pirámide. A continuación vendría la diligencia, ser responsable y meticuloso. El tercer peldaño sería el intelecto, las ganas de mejorar en capacidades y aprender. El cuarto es la iniciativa, buscar nuevos retos y formas de aportar valor. El quinto es la creatividad, que nace de una irrefrenable curiosidad. Finalmente, nos encontramos con la pasión, capacidad que aunque puede llevar a cometer grandes estupideces, permite convertir las ideas creativas en grandes éxitos; las personas apasionadas superan obstáculos y no se rinden.
Respecto a la clasificación que realiza Hamel, comentar que evidentemente la obediencia tiene cierto valor, sin determinadas normas las empresas serían anarquías. Pero lo cierto es que la obediencia, como la diligencia y la experiencia se pueden comprar muy baratas, son características de las personas que no marcan la diferencia.
¿Estás de acuedo con Hamel? ¿la obediencia vale algo?
viernes, 2 de enero de 2009
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Muy de acuerdo con la jerarquía expuesta.
ResponderEliminarSin pasión se pueden hacer muchas cosas pero cuando surgen problemas e imprevistos es fundamental.
La obediéncia podríamos sustituirla por método.
En cuanto al intelecto creo que con creatividad y pasión serían suficientes. Siempre se puede formar a futuros talentos.
Un saludo y felicidades por el blog. Muy bueno.