jueves, 1 de enero de 2009

Sobre las inteligencias múltiples de Gardner: ¿Qué pasa con la inteligencia moral?

Howard Gardner, neuropsicólogo y profesor de Harvard, propuso hace años que no deberíamos asociar exclusivamente el concepto de inteligencia a la capacidad de resolver problemas lógico-matemáticos. Para él la inteligencia se relaciona con diferentes comportamientos y capacidades de las personas. De hecho, propone que no hablemos de inteligencia, sino de inteligencias múltiples. Desde su punto de vista, es mejor relacionar la inteligencia humana con una serie de capacidades relativamente separadas o modulables.

Las siete inteligencias propuestas inicialmente por Gardner son:

Inteligencia lingüística. Sensibilidad especial hacia el lenguaje hablado y escrito. Desarrollan una gran inteligencia lingüística los oradores, escritores, abogados,…

Inteligencia lógico-matemática. Es la capacidad de analizar problemas de forma lógica, de realizar operaciones matemáticas complejas y de realizar investigación científica.

Inteligencia musical. Capacidad de interpretar, componer y apreciar pautas musicales. Es una inteligencia análoga a la lingüística.

Inteligencia corporal-cinestésica. Capacidad de emplear partes del propio cuerpo o su totalidad para resolver problemas o crear productos.

Inteligencia espacial. Capacidad de reconocer y manipular pautas en el espacio.

Inteligencia interpersonal. Capacidad de una persona para entender las intenciones, las motivaciones y los deseos ajenos, en definitiva, su capacidad para trabajar eficazmente con otras personas.

Inteligencia intrapersonal. Capacidad de comprenderse a uno mismo (deseos, miedos, capacidades,…) y de regular la vida en base a ese conocimiento. Esta inteligencia tiene sus orígenes en la vida emocional y fuertes vínculos con factores afectivos. Esta inteligencia tiene un papel fundamental a la hora de tomar decisiones a lo largo de la vida.

Cada una de estas inteligencias interactúa con las demás (es decir, presenta una autonomía relativa) y contiene sus propias subinteligencias. En los últimos años Gardner ha estudiado la posible inclusión en la lista de otras posibles inteligencias:

Inteligencia naturalista. Capacidad de reconocer y clasificar especies (taxonomías, patrones o pautas, en general) del entorno.

Inteligencia espiritual. Relacionada con la capacidad para plantearse cuestiones cósmicas o existenciales. La mitología y la religión se han preocupado por los misterios esenciales de la vida y la muerte. En cualquier caso, Gardner considera que se encuentra fuera del ámbito de la investigación cognitiva, y es más un “estado del ser” que una inteligencia.

Inteligencia existencial. Capacidad para interesarse por cuestiones “esenciales” y “trascendentes” (filosóficas). Gardner la considera una variante de la inteligencia espiritual (pero más restringida), pero en este caso la acepta como inteligencia, aunque no la incluye en su lista.

Inteligencia moral. Relacionada con la capacidad de los individuos para seguir conductas moralmente aceptadas dentro de su cultura. Aunque Gardner se plantea la posibilidad de incluir esta inteligencia, finalmente la rechaza, debido al relativismo moral que existe entre diferentes culturas.

En definitiva, Gardner sólo ha incluido en su nueva lista la inteligencia naturalista, y aunque acepta la inteligencia existencial, no se atreve a incluirla formalmente.

Me pregunto: ¿después de todos los escándalos empresariales que hemos vivido en los últimos meses (Lehman, Merill Lynch, AIG, Madoff...), no sería el momento de incluir la inteligencia moral...?

4 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con Gardner en la exclusión de la Inteligencia Moral, ya que es un aspecto tan relativista que no puede sino depender de la cultura que tenemos alrededor.

    Sinceramente, pienso que el problema, si la comparamos con la inteligencia existencial, por poner un ejemplo, es el grado innato de la inteligencia para saber si merece la pena ser incluida. Desde mi punto de vista, la inteligencia moral sólo es asociable al grado de esta que hay socialmente para despertar en el individuo.

    ResponderEliminar
  2. Creo que habría que incluirla. Claro está que cada sociedad tendría sus propias reglas morales y también estas cambiarían con el tiempo. Pero es indudable que se necesita de una inteligencia moral.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. HOLA! LA TEORIA DE GARDNER ME HA AYUDADO MUCHISIMO NO SOLO EN MI CARRERA COMO CRIMINOLOGO,MAESTRO DE EDUCACION A NIVELES DE PRIMARIA,SECUNDARIA,PREPARATORIA,UNIVERSITARIA,SINO TAMBIEN EN MI VIDA PERSONAL. KUDOS TO PROFR. GARDNER!! "SOLO SE QUE NO SE NADA!!! ATENTAMENTE: LUIGI CORLEONE.

    ResponderEliminar
  4. ESTOY DE ACUERDO QUE LA MORAL NO SE CONSIDERE UNA INTELIGENCIA. LA MORAL ES EL RESULTADO DE UN APRENDIZAJE SOCIAL, NO ES ALGO QUE YA ESTÉ DADO. LA MORAL POR TANTO, NO ES UNA FORMA DE APRENDER, NO ES UNA HABILIDAD. ES HABER APRENDIDO A DISCERNIR ENTRE LO QUE ESTÁ BIEN O ESTÁ MAL. CUALQUIER SER CON CUALQUIER INTELIGENCIA TIENE LA CAPACIDAD DE HACERLO. PSIC. CONY MORELOS

    ResponderEliminar